20 de septiembre de 2011

Primer Relato (1º capítulo)

Bueno, este es el primer capítulo de mi primer relato en el blog. Esta historia es totalmente ficticia y cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia. Espero que os guste y que aporteis vuestras opiniones para ayudarme a mejorar.

Pegándole patadas a las piedras del camino, intentando buscar una explicación razonable, un motivo. Pero nada.
-¿Por qué siempre se van los mejores? - me dije a mi misma mientras me sentaba en una gran roca.
Entonces sin ninguna razón, empecé a llorar. No lo pude evitar. Era algo que me superaba. Apoyé la cabeza en mis manos mientras las lágrimas se deslizaban entre mis dedos. El mundo se me venía encima y yo ni si quiera reaccionaba. No me daba cuenta del daño que eso causaba, no solo a los demás, preocupados por mi estado, sino a mí misma. Me estaba destruyendo por dentro, y yo, sin hacer nada al respecto. Él era el que me guiaba en estos momentos y sabía cómo hacer que de alguna manera "regresara al mundo real", algo que desde hace tiempo no podía lograr por mí misma. Todo había pasado tan rápido... uno detrás de otro habían ido cayendo. Primero mi madre, y ahora él...
-¿Qué te sucede, muchacha? - dijo Don Emilio, el sacerdote, mientras me intentaba consolar poniéndome una mano en la espalda.
-Nada, Padre. No se preocupe que no es nada importante. - dije volviéndome hacia él y esbocé media sonrisa a la vez que intentaba limpiarme las lágrimas.
-Sé que es duro, y que te llevará un tiempo superarlo, pero no todo se acaba aquí. La vida sigue, aunque será más difícil vivirla sin él, pero lo conseguirás.
-Eso dijeron cuando murió mi madre y fíjese como he conseguido llevarlo; voy cuesta abajo, de mal en peor...
-Pero esta vez es diferente.
-¡¿Diferente?! - dije levantándome de golpe y sobresaltando a mi acompañante - ¿Por qué?
¿Por qué ya no me pueden quitar a nadie más? ¿Por qué ahora lo tengo que superar sola? No se esfuerce en convencerme de que si me centro en Dios todo será mejor y me ayudará... y todas esas pamplinas, no estoy de humos para semones.
Estaba dispuesta a irme cuando:
-No. Esta vez es diferente porque tú eres diferente. Ahora será mejor que me marche, se me está haciendo tarde. - dijo mientras se daba media vuelta - ¡Ah! Se me olvidaba, pásate mañana por mi casa, tengo algo para ti. Y no estás sola.
Me hizo un gesto con su sombrero y se marchó. Veía como se alejaba y se perdía mezclándose con el horizonte.
Estaba atardeciendo. Decidí quedarme hasta que el sol se escondiera entre las montañas nevadas. Me refugié del frío invierno en el cuello de mi cazadora y regresé por donde había venido, camino a casa.

2 comentarios:

  1. (: wow que historia mas trágica y emocionante :3
    Me encanta :D
    Ah y por cierto la próxima entrada de mi blog se publicara pronto :3

    ResponderEliminar
  2. Hola! acabo de leer este primer cap de tu historia y me gusto mucho aunque me dio pena por lo que pasas esa chica. Ahora me leo el cap 2

    ResponderEliminar